Entablando Relaciones {Julie, Amanda}

No sabía si ella se iba a aparecer. No tenia idea de cómo era realmente Amanda, a simple vista eran las personas menos compatibles del mundo, pero tampoco habían hablad demasiado, ninguno de los dos se habían dado la oportunidad de conocer al otro, sino que habían terminado discutiendo en las dos oportunidades en que se habían visto. Oliver se quedo observando su reloj, mientras caminaba por las calles, eran cinco para las doce y estaba llegando al local de Julie.

Al apenas entrar la vio detrás de la barra, agradeció que no estuviera cerca el padre de la muchacha para que no viera lo que el hizo al saludarla. Un beso suave, dulce en los labios, aun no habían hablado de los términos de la relación entre los dos, no después de lo que había pasado la mañana pasada, pero tenían bastante tiempo para hacerlo.

-Hola…¿Aun no ha llegado? ¿Y podrías decirme porque estoy nervioso?-le pregunto riendo a Julie mientras junto con ella se sentaban en una de las mesas, minutos después vio aparecer al padre de la muchacha, lo saludo con un movimiento de la mano mientras miraba a su amiga frente a el. Se le había olvidado que ella no conocía a su “hermana” y que tampoco podía responder porque estaba nervioso, aunque quizás si. Julie a veces lo conocía mejor que el mismo.

Si, yo le había insistido a Oliver en lo de conocer a su hermana y cuando me dijo que iria a almorzar a local casi di un grito, si, me encantaba la idea de que Oliver tuviera una hermana y aun no sabia porque, creo que estaba mas entusiasmada yo que el propio Oliver, pero bueno, quizás era normal, para él era mas difícil que para mi aquello.

Llevaba desde temprano trabajando, aquel día el madrugón para atender a los pescadores me toco a mi, pero bueno, tampoco me importaba, cuando ya casi era la hora prepare algo para comer, mas que nada Oliver seguro que tenia hambre y la chica… no se, me supuse que siendo de la familia de Oliver también estaría hambrienta, simples suposiciones, sonreí al escuchar la puerta y verle entrar, aquel beso me tomo algo por sorpresa, bueno, mi padre no andaba por allí aun así que realmente no me importo – Buenos días – dije después del beso sonriéndole y encogiéndome de hombros ante ambas preguntas, siguiéndole a la mesa para sentarme.

- Como se supone que debo saberlo si no la he visto nunca? – dije riendo un poco, era normal que preguntara tanto, estaba nervioso, o al menos lo parecía, se veía tierno de ese modo – Y tranquilízate por dios, parece que estés medio loco – dije seria haciendo una mueca al final, aunque tan solo bromeaba

Me había despertado a las once con una cara que daba miedo y pensé en quedarme en la cama hasta el día siguiente por lo menos y dejar a Oliver plantado, total, seguro que no le importaba, pero después de unos minutos pensándomelo decidí que lo mejor era ir ya que él había ido a buscarme a comisaría anoche. Me di una ducha rápida intentando despejarme y hacer desaparecer esa cara de zombie que llevaba. Al salir me sequé el pelo y me lo recogí en una coleta alta y después me vestí de forma sencilla pues no sabía a quien iba a conocer pero seguro que no era el Papa de Roma.

Salí de casa y empecé a andar hacia el local ya que Oliver se había quedado con las llaves de mi moto ayer cuando no me las quiso devolver. Llegué unos diez minutos tarde, aunque viniendo de mi eso era llegar pronto ya que la puntualidad no era uno de mis puntos fuertes. Al entrar al local busqué con la mirada a Oliver y lo vi sentado en una mesa con Julie y me acerqué a ellos y me quedé parada delante.

-Buenos días. ¿Molesto?-pregunté mirando a Oliver y después a Julie.-

Oliver alzo una ceja mientras le hacia una mueca a Julie por sus palabra, no puedo evitar estirar una de sus manos y acariciar levemente la que Julie tenia por sobre la mesa, delicadamente con su dedo pulgar. La separo rápidamente cuando vio como el entrenador los miraba con una sonrisa…que bueno, no se podía descifrar correctamente aun. Suspiro mientras se apoyaba en la mesa y veía la hora, estaba algo atrasada y realmente no le sorprendía, la noche anterior se había acostado tarde y seguramente con demasiadas sustancias en su cuerpo y organismo.

La vio llegar a su lado y cuando saludo hizo un gesto a Julie, indicándole con la mirada que ella, era su hermana.-No para nada. Julie…esta es, Amanda…mi-carraspeo mirando hacia otro lado-Hermana-dijo luego de unos segundos, mientras miraba hacia Amanda y Julie, alternando las miradas entre ambas-Ella es Julie…mi…-nuevamente carraspeo mirando la mesa, sin saber realmente como decirle-amiga…-susurro la ultima palabra, elevando la mirada hacia Julianne, encogiéndose de hombros levemente.

Me parecía realmente gracioso ver a Oliver de ese modo, nervioso como si fuera el primer día de colegio y tuviera miedo de entrar pero a la vez quisiera hacerlo, era muy divertido, reí suavemente al ver lo que paso, como aparto la mano de ese modo al ver que mi padre nos miraba, le hice un gesto a mi padre como diciéndole que mirara a otro lado, realmente era un cotilla.

Entonces escuche la voz de alguien y si, la conocía, era la voz de Amanda, iba a decirle a quien esperábamos cuando vi el gesto de Oliver y mi boca se entreabrió levemente para demostrar mi sorpresa, después de las “presentaciones” de Oliver reí mirando a Amanda – Dios santo Mandy, ¡eres la hermana de Oliver! – exclame mirándola a ella y después de nuevo a él con una gran sonrisa en mi rostro.

Escuché como me presentaba a Julie y abrí la boca para decirle que ya la conocía pero la cerré de nuevo al ver como se quedaba atascado de nuevo en la palabra hermana. Tampoco era tan difícil, una palabra como otra cualquiera pero al parecer a Oliver le costaba decirla cuando yo lo podía decir perfectamente aunque no lo sintiese. Observé como volvía a carraspear dudando como presentarme a Julie y la miré a ella con una ceja alzada, seguro que eran algo mas que amigos, eso estaba mas que claro pero bueno. Oliver no tenía por que darme explicaciones.

Cuando Julie gritó todos los presentes en el bar se giraron a mirarme y la fulminé con la mirada, dentro de unas horas todo el mundo iba a saber que yo era la hija de Tylor, el hombre que abandonó a su mujer, o novia cuando ella estaba embarazada de Oliver, genial…y yo que quería pasar desapercibida…en ese tema.

-Genial Juls, en dos horas todo el mundo sabrá quien soy, gracias.-dije irónicamente mientras seguía de pie mirando a ambos.-

Mierda, había olvidado que ese pueblo era tan pequeño que todos terminaban conociéndose, pero eso no evito que se sorprendiera con el hecho de que Julie, conociera a Amanda de antes. No parecían ser el tipo de amigas que tuvieran mucho en común, por lo menos el no tenia nada en común con aquella muchacha, excepto el pequeño tema de que compartían el mismo padre…un insignificante detalle. Carraspeo al escucharla mientras sonreía de manera algo falsa a todos los demás, girándose hacia Amanda, haciéndole un puesto a su lado para que se sentara de una vez por todas.

-No pensé que te avergonzabas de tu querido padre-el tono de su voz había sido mucho más sarcástico, mucho mas frío y pesado del habitual, pero no pudo evitarlo. Por un lado tenía razón en avergonzarse de aquel hombre. Se paso la mano por el puente de la nariz, en aquel gesto que representaba que no estaba pensando, que estaba hablando solo por hablar. Miro a Julie, haciéndole entender con la mirada, que por favor interviniera ahí, sino quería ver como ellos dos se ponían a discutir nuevamente, aunque estaba ya acostumbrado. Todos los encuentros habían terminado en discusiones.

Rodee los ojos cuando escuché a Mandy, haciéndome a un lado para que tomara asiento también, a mi lado, solo faltaba que se pusiera al lado de Oliver, quizás se mataban allí mismo o algo raro, le puse algo de mala cara a él cuando dijo aquello, no me pareció para nada lo apropiado ni lo que esperaba que dijera, pero su gesto luego me lo dijo todo, no estaba siendo racional y hasta él lo sabia.
Me giré para mirar de nuevo a Mandy con una sonrisa – Bueno, pues la verdad me alegra saber que eres tu – le dije sin dejar de sonreír, luego mirando unos pocos segundos a Oliver – Os dejo solos un momento, voy a buscar la comida, no os matéis en mi ausencia – dije bromeando un poco mientras me levantaba – Por favor – dije después antes de empezar a caminar donde estaba la cocina para buscar las cosas.

Escuché el comentario de Oliver y mi cabeza se giró con rapidez hacia él mirándole a los ojos fijamente con odio mientras apretaba los dientes con fuerza para no soltar ninguna barbaridad. Recordé mis sesiones con el psicólogo al que mi padre me había llevado cuando empecé con las drogas y mi carácter cambio tanto en poco tiempo. Lo primero que el psicólogo me enseñó fue que antes de decir nada contase hasta diez para pensaron cordura y eso estaba haciendo, contar hasta diez.

Volví a mirar a Julie cuando habló y le dediqué una sonrisa forzada y la seguí con la mirada mientras se alejaba. Volví a mirar a Oliver todavía de pie. Como los diez segundos ya habían pasado y yo se suponía que ya había pensado con claridad cogí uno de los vasos de agua que había encima de la mesa y le tiré el agua en la cabeza a Oliver ante las miradas de asombro de todos los presentes en el lugar.

-No, no me avergüenzo de mi padre.-dije antes de dejar el vaso de nuevo sobre la mesa y empezar a caminar hacia la salida.-

Oliver alzo la cabeza para escuchar a Julie, ella siempre tan calmada y con las palabras justas, no pudo evitar sonreír levemente cuando observo su silueta perderse para ir a buscar la comida. Se quedo mirando a la muchacha frente a el… ¿Qué podía decirle? ¿Perdón? ¿Lo siento? No podía engañarla, ni menos engañarse a si mismo. El estaba avergonzado del padre que había tenido, mas bien del hombre que le había dado los genes y su sangre, porque nunca había sido su padre, ni siquiera una mísera carta para su cumpleaños…envidiaba a Amanda, ella lo había tenido, y el no. Por eso se comportaba de aquella manera.

Pero lo siguiente no se lo esperaba, para nada.-¡Que mierda te pasa!-exclamo poniéndose de pie mientras sentía como el agua chorreaba desde su cabeza mojando su camisa y luego caía en el piso.-¡Amanda! ¡Amanda no te atrevas a dejarme así! ¡Vuelve ahora! ¡Mierda sabes que no puedo perseguirte!-dijo mientras comenzaba a caminar tras ella, lento, gracias a la estupida de su rodilla que no lo dejaba caminar a la velocidad necesaria para evitar que la chica se fuera de aquel lugar.

Me fui, aunque les miré antes de entrar en la concina, esperaba que estando solos hablaran un poco y no se, intentaran solucionar lo que fuera que pasara, en mi opinión Oliver tenia sus razones para comportarse del modo en que lo había echo, pero se había pasado, era el padre de Amanda, si a mi alguien me hubiera dicho algo así de mi padre la verdad no me hubiera quedado de ese modo.

Lo que no me pude creer cuando salía con los platos era verla a ella con el vaso de agua en la mano echándoselo por encima a Oliver, me quede boquiabierta, y al ver como Mandy se dirigía a la salida, deje los platos en la barra, que era lo que mas cerca tenia de allí y yendo a la puerta al ver que al parecer Oliver pretendía pararla, quedándome justo delante de Mandy y mi espalda tocando la puerta, impidiendo a si que saliera o mas bien intentando impedirlo – Amanda… por favor… - le pedí, la verdad quería que hablaran, por lo que me había contado Oliver ahora Amanda estaba sola ya que su padre había muerto, ¿Qué iba ha hacer?, ¿irse de allí de ese modo para dejar a la única familia que le quedaba?, la observé a los ojos - Sabes que tenéis que hablar – le dije aun sin apartarme, aunque termine haciéndolo, yo no era nadie para pedirle aquello, por mucho que quisiera que lo hicieran.

Me reí entre dientes al girar mi cabeza y ver a Oliver mojado con el agua chorreándole y intentando cogerme, era una escena divertida de ver y además se lo había merecido por lo que me había dicho y tenía suerte de que solo le hubiese echo eso pues si fuese colocada posiblemente me hubiese ido tranquilamente pero después le habría destrozado el coche o alguna de esas cosas que solía hacer en Francia con mis amigos cuando alguien nos cabreaba. Sus gritos solo hacían que yo me riese mas y me daba igual que todo el mundo me mirase por lo que le acababa de hacer a Oliver.

Estaba cerca de la puerta cuando vi como Julie se ponía delante de la puerta impidiéndome que saliese. Le hubiese pegado un empujón para apartarla pero ella no me había echo nada por lo que simplemente me paré y me crucé de brazos mirándola con una ceja alzada cuando me lo pidió por favor.

-Yo venía con buena intención el que no es capaz de ver que yo no tengo la culpa de que mi padre le abandonara es él.-Le dije a Julie mientras la miraba a los ojos fijamente. Cuando la escuché hablar de nuevo chasqué los dedos acordándome de algo y me giré hacia Oliver con una inocente sonrisa en mis labios y extendí la mano.-Las llaves de mi moto

Oliver se detuvo de caminar, el dolor en su pierna le aviso que se había apresurado demasiado, que se había levantado de la mesa demasiado rápido y había sobrecargado de peso aquella rodilla débil, que lo hacia débil a el mismo. Observo como Julie trataba de impedir que Amanda se fuera. El no sabia que estaba pasando por la cabeza de su hermana, y tampoco tenia muy claro que estaba pasando por la suya propia. Suspiro mientras secaba un par de billetes de su cartera.

-Disculpa los inconvenientes Juls, nos vemos mas tarde-dijo mientras caminaba a paso lento, a lo máximo que su rodilla le permitía, para poder salir del lugar. Oliver era demasiado orgullo como para poder disculpar algo como aquello. El no estaba para eso, no estaba para soportar que una muchachita de 17 años le lanzara cosas encima y lo dejara en ridículo delante de otras personas. Estaba harto de su actitud, eso que la conocía hace menos de una semana.-Soy tu tutor legal hasta que te encuentren un nuevo hogar hasta que cumplas los 18, me entere en la camisería y tuve que firmar esos papeles para que te dejaran ir, y como tu tutor, te requisare la moto…¿Contenta?-pregunto de forma sarcástica pasando por su lado. Mierda, ahora el infantil era el.

Suspire al escuchar lo que dijo Oliver, yo no iba a meterme mas en aquello, supongo que eran cosas de familia, o ni idea, yo no tenia hermanos, no sabia si eso era normal, aunque estaba bastante segura de que no.

Simplemente levante unos segundos una mano para ¿despedirme?, si, supongo que para despedirme de ellos, no debía meterme, aunque tuviera algo de ganas de gritarles a los dos que parecían idiotas, pero no iba ha hacerlo, solo faltaba una tercera en discordia que no tiene nada que ver metiéndose, eso les cabrearía aun mas, al menos en mi opinión. Les vi salir de allí, mirando unos segundos la puerta y luego girándome, mi padre me miraba con una cara que lo decía todo, quería que le explicara que narices acababa de pasar, yo simplemente me encogí de hombros y volví a lo que se suponía que debía hacer.

Seguí con mi mirada fija en Oliver a la espera que me devolviese las llaves de mi moto para poder ir a comisaría a por ella. Ya no estaba colocada así que no tenía excusa para no devolvérmelas así que seguí con la mano extendida hasta que escuché esas palabras salir de sus labios y abrí la boca de forma desmesurada mientras observaba como salía del local. No me podía creer que mi padre me hubiese echo eso, no me podía creer que hubiese dejado mi tutela a Oliver, alguien a quien ni siquiera conocía ni yo ni él. Él me había prometido que iba a firmar unos papeles para que fuese independiente, estaba furiosa y esta vez con mi padre, y lo peor era que no podía decírselo.

Salí detrás de Oliver y ni siquiera tuve que correr para cogerle del brazo para que se parase.

-No, tu no eres mi tutor, me da igual lo que digan unos papeles, y te voy a ahorrar el comentario de por donde te puedes meter los papeles.-le contesté con frialdad sin apartar mis ojos de los suyos.-Así que ya me estas devolviendo las llaves de mi moto y yendo a comisaría a decir que renuncias a mi tutela.

-Amanda…-Oliver no podía correr, no podía caminar rápido, por lo que la muchacha lo alcanzo apenas segundos después. Además el se había quedado detenido en la puerta, pensando si entrar o no nuevamente al local, para disculparse con Julie, ella no merecía estar en medio de los dos. Quizás tenían otra cosa en común, y en que los dos eran demasiado tercos como para reconocer sus errores-Pues dile eso a tu padre, que no se porque mierda me ha nombrado tu tutor, ha claro…esta muerto, lo siento-agrego la ultima frase de manera sarcástica, luego se dio cuenta lo que había hecho, bajo la mirada y soltó un bufido mientras apretaba los dientes.

-Lo siento…no…debí decir eso-se disculpo bajando considerablemente el tono de voz, para elevar sus ojos luego a los de la muchacha. Se metió las manos al bolsillo trasero de sus jeans, sacando las llaves de la moto de la chica, se las tendió. No quería mas drama y problemas con ella.

Al escuchar sus palabras apreté los puños con fuerza y sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas y recogió con mi dedo índice una que resbalaba por mi mejilla. Odiaba llorar delante de las personas por lo que parpadeé varias veces reteniendo las lágrimas. Cuando me tendió las llaves se las quité de la mano con brusquedad y le miré de nuevo a los ojos.

-Mira Oliver, mi padre hizo mal en abandonarte, ¿vale? Pero yo no soy él, yo no tengo la culpa de que lo hiciese. Y si no lo soportas, te entiendo, pero no hables mal de él delante de mí por que a mí si me cuido y de mi si que se preocupo. No lo digo para darte envidia pero solo piensa como te sentaría a ti que yo empezase a hablar mal de tu madre sin ni siquiera conocerla.

Le dije hablando entre dientes. No lo decía para darle envidia ni nada por el estilo, solo para que se diese cuenta de que yo no tenía la culpa de nada por lo que estaba enfadado conmigo. Le miré durante un instante mas y le di la espalda empezando a caminar.

Oliver se sintió incluso mas pequeña que ella misma. Agacho la mirada cuando termino de escuchar sus palabras y avanzo un par de pasos rápidos para detenerla. La tomo de la muñeca con delicadeza para hacer que Amanda se girara hacia el, mientras tenia esa mirada culpable en sus ojos, sonrío levemente mientras se encogía de hombros. Observándola en todo momento, sabía que estaba equivocado y Oliver era de aquellas personas que siempre reconocían sus errores.

-Tienes razón…no es tu culpa-bajo la mirada mientras metía las manos dentro de los bolsillos luego de liberar la muñeca de su hermana-Es solo que…No es fácil enterarme de un día para otro que tengo una hermana, supongo que tampoco para ti lo fue…solo necesito un poco mas de tiempo…-elevo la mirada hacia ella, alzando una ceja y con una verdadera expresión de disculpa en el rostro.-No te vallas…creo que ambos le debemos una comida a Julie…-agrego luego un poco mas divertido, pero esperando que ella aceptara.

Seguí caminando hasta que sentí como Oliver cogía mi muñeca y soltando un bufido me paré en seco y me giré lentamente todavía con mis ojos llorosos por sus palabras. Lo miré a los ojos fijamente hasta que dejó de hablar y me quedé unos segundos en silencio.

Tenía razón, para mi no había sido fácil enterarme de un día para otro que tenía hermano. Había estado dos días sin visitar a mi padre y cuando lo hice, me acuerdo que discutimos, bueno, mas bien yo le grité y él simplemente estaba callado y tuvieron que venir las enfermeras a sacarme de la habitación por que estaba molestando a los pacientes con mis gritos.

-Vale...no pasa nada. Yo no te he pedido que hagas de hermano ni nada parecido y tampoco te voy a pedir que me adores y me cuides como si fuese de la familia pues eso no lo vas a hacer tú conmigo ni yo contigo.-le contesté con total sinceridad mientras colocaba un mechón de pelo detrás de mi oreja.-Creo que lo mejor sería…que nos conociésemos un poco antes, que antes de hacer de hermanos intentásemos ser amigos…¿Qué te parece?-le comenté con una leve sonrisa en mis labios.-Y tienes razón, debemos una comida a Julie y…siento lo del agua, a veces no me controlo.

Tenia razón, mierda, le tenia en todo. Nunca iban a quererse como si fueran hermanos criados de toda la vida juntos. Luego de veinte años de existencia el se había enterado que al final no estaba tan solo en el mundo como pensaba, y eso era difícil para cualquiera, en especial para Oliver que solía ser de aquellos que no demostraban sus sentimientos a cualquiera.-Me parece una buena idea…y no te preocupes por esto, ya tenia un poco de calor…-dijo mirándose la camisa en algunas zonas mojada por el agua que ella le había vaciado encima.

Sonrío de medio lado antes de lanzar un suspiro y darse la media vuelta para tirar de las puertas del local e ingresar nuevamente. Ya todos habían vuelto a comer con normalidad y parecían que ya se habían olvidado de aquel altercado. Se acerco hasta la barra en donde estaba Julie, ayudando a su padre. Con esa cara que ponía cada vez que hacia algo malo y tenia que pedirle perdón-¿Aun sigue caliente nuestra comida?-pregunto con una ligera risa, observándola.

Sonreí satisfecha al ver que aceptaba, ya que iba a ser mi tutor e iba a tener que vivir en ese pueblo al menos hasta los 18 mas me valía llevarme mas o menos bien, que nos soportásemos que no que no nos pudiésemos ni ver y nos gritásemos cada vez que nos viésemos. Metí mis manos en los bolsillos y pensé que mi padre estaría orgulloso de mi comportamiento y ese pensamiento me hizo soltar un suspiro ya que nunca le podría decir que por una vez en mi vida había actuado como una mujer madura pero bueno…es lo que había.

Seguí a Oliver hacia el interior del bar y agaché la cabeza hasta colocarme a su lado y miré a Julie con una sonrisa de disculpa. No quería meterla por medio de las peleas con Oliver, la verdad es que me caía bastante bien y era una de las personas que mejor me habían tratado desde mi llegada al pueblo y de las primeras que había conocido.

-Siento lo del vaso de agua…no me controlo muy bien.-le expliqué haciendo una mueca.-