"Un tranquilo día de trabajo"(libre)

Un viernes como lo era esta noche me tocaba trabajar. No me importaba, ademas estar aqui me distria un poco a pesar de los problemas que hay. Esta noche me tocaba estar un rato de camarero por el local.

Había mucha gente como siempre y yo intentando atenderlas a todos como lo hacian muchos de mis compañeros. Solo esperaba que no hubiera broncas. qeu aquellos tipos de la otra noche no estuvieran porque era capaz de enfrentarme con ellos. Tenia aquel pequeño corte en mis labios y unos rasguños enmi cara. Lau aun no me habia visto y esperaba qeu no lo hiciera. Suspire y segui atendiendo.

Odette llegó a la discoteca y puso una mueca de asco al ver la cuantiosa cola que se alzaba delante de ella. Negó con la cabeza y andó contoneando sus caderas de forma femenina e irresistible hasta la puerta. Miró la cola de nuevo y se cruzó de brazos leves instantes, golpeando con la delantera de esos zapatos de tacón el duro asfalto que no se quejaba.

Un sencillo vestido caía por su cuerpo ciñéndose, mediante un cinturón negro, a su cintura sobre la altura de los pechos, un poco por debajo de los mismos para realzarlos sin llamar demasiado la atención de nadie. Dicho vestido le llegaba por las rodillas, rematado en un suave vuelo que con cada paso se ondulaba en torno a sus admirables piernas níveas en las cuales, al final, podían apreciarse unos predominantes tacones que tranquilamente podía aumentar su altura hasta que sobrepasase el metro '80. El beige de la prenda superior, es decir, el vestido, concordaba con la chaquetita negra que no era precisamente de manga larga, si no que el borde de los brazos le llegaba más o menos a altura del codo.

El respecto podía pasárselo ella por todas las partes posibles, por eso mismo encendió un cigarrillo sin más, ignorando las miradas de los presentes que recreaban muecas de asco. Si supieran ellos...

Seguia atendiendo a los clientes qeu estaban desesperado por qeu le atendieran cada uno. Por suerte ya tenia experiencia en manejar las bebidas y darme prisa para servir sin derramar nada en el suelo. Suspiraba cada paso. Que tuve qeu aprar para beber un poco de agua. Me estaba extresando eso.


Poco despues segui sirviendo y al irar al frente me percate de una chica lo bastante mona que entraba. Pero poco despues preste mas atencion a lo que hacai ingnorando a la chica que habia llegado. No solia prestar atencion a cada persona que entraba pero hoy si lo hice.

No pensaba hacer la cola, por lo que se colo vilmente. Una vez dentro, Odette observó varias de las miradas que las personas le dirigían indicaban una huelga colectiva muda para que apagase el cigarro. En vez de eso empezó a caminar con la misma soltura y sensualidad de siempre, llevando el filtro del cigarro a sus carnosos labios para situarlo en el centro de ambos, aspirando para llenar sus vacíos pulmones del humo que necesitaba para tranquilizarse y no cometer imprudencias como empezar a despotricar con un ligero acento gálico.

Se apoyó en un taburete, sin sentarse, colocándose de espaldas a la supuesta pista de baile, y de cara a la barra y al muchacho que trabajaba ajetreado en ella. Suspiró, expulsando parte del humo por su nariz y el restante de entre sus labios, entreabriéndolos minimamente. Observo el borde del cilindro formado principalmente por papel, el cual empezaba a consumirse debido a la absurda y ridícula llama que se centraba en las partículas marrones que contenían todo lo malo del cigarro. De todas formas, no iba a morirse por un pitillo, así que podía fumar cajetillas y cajetillas sin preocuparse por su vida, únicamente por sus expléndidos dientes.

- peggdon, ponme un tequila cœur

Eso era lo bueno que la gente entrara y esto estuviera a tope. Menos mal sino ya me tendría que ir despidiendo de este trabajito. De algún modo también estaba feliz. Pero era lo poco que se reflejaba en mi cara apenas se notaba. Aunque n o estaba realmente feliz ya que no tengo aun lo que estoy buscando en este pueblo.

Segui atendiendo a los clientes como dios manda. Hasta que una morena, francesa por su acento pido un Tequila.

-Ahora mismo..Madame.. dije con una sonrisa y fuí en busca de su tequila. Tarde un rato en traerselo ya que me habían entretenido. Una vez que servi el tequila se lo deje en la mesa.

-Aqui esta su tequila. Que lo disfrute..

Odette dejó que el muchacho desapareciera tras la barra con tal de prepararle el tequila. Ésta vez dejó que sus firmes nalgas se recostaran encima del duro taburete y subió sus tacones para acomodarlos encima de la pequeña barra metálica que unía las cuatro patas de ese taburete por el que habían pasado todo tipo de culos. Uhh.. que asquito. Prefirió sacarse esa idea de la mente mientras daba otra calada a su cigarrillo, llevándose ese filtro anaranjado a los labios para inhalar la nicotina con aroma a muerte, pero no le importaba lo más mínimo.

Apoyó una de las manos en la barra y tamborileó los dedos ahí, de forma firme pero impaciente. Los ojos de los presentes se posaron en ella de forma descarada, sobretodo los de los solteros desesperados. ¿Pero qué diantres miraban? ¿No habían visto a una estrella del cine con cuerpo de diosa en su condenada vida? Resopló y entonces volvió el muchacho. Entreabrió los labios para agradecerselo y de entre ellos salió el humo que retenía encarcelado en su interior.

- merci muchacho..

Le regale una sonrisa un tanto fingida a la chica ya estaba arto de sonreír. Pero creo que había sido un parte grosero si es que se daba cuenta. Apoye las manos ensima de la barra mientras miraba a esa chica su cara me era familiar. Entonces mire a m i alrededor y la gente tenía la vista en ella clavada. Cosa que muchos de ellos dejaron de pedir. ¿que pasaba? ¿Es que tenemos a alguien muy popular en el pueblo? Enarque una ceja insconcientemente mientras miraba a ella y a los presentes.

Poco despues me atreví a preguntar ya que estaba al lado de la castaña. Me incline un poco hacia la barra.

-Es mi imaginación o creo que todos estan pendiente de ti? -Pregunté gesticulando un poco mi mano izquierda. Aunque a decir verdad a ella le habia visto.. espero que no sea otra chica a la cual busca refugio por estar amenazada de muerte. Reí por dentro al recordar a la hija del gobernador de EEUU.-

Ellla era el infierno y el sueño de todos y cada uno de los solteros del mundo. Y entre esos dos conceptos, no había nada. Un enorme vacío. Llegó a la cola y se frotó las manos para desentumecerlas y luego pasar sus finos dedos de pianista por su larga melena que creó imperceptiles olas hasta más abajo de sus hombros, por donde caían como una cascada color miel espesa. Le importaba poco más que nada que los demás la miraran. Para qué negarlo. Le gustaba ser el centro de atención. Le gustaba que los hombres y las mujeres la miraran y desearan de forma obsesiva tenerla en una cama. Miró a un chico que la miraba y se tomó la libertad de entrecerrar los ojos y ladear la cabeza para hacerse pasar, una vez más, por una simple mujer hermosa. Le saludó con un 'bon jour' suave y mudo. Sólo moviendo los labios para que él pusiera toda su atención en ellos. Le sonrió coqueta.

Luego volteó sus ojos al que le acababa de servir el tequila y apagó el cigarrillo, estampándolo con elegancia en el cenicero, dejando que esas pequeñas partículas que contenían lo peor del cigarrillo se dispersaran por esa base blanca del cenicero. Lo miró a los ojos y jugueteó con un mechón de su pelo para hablar flojito y con su característico acento afrancesado

- évidemment, joven... paggece que me han ggeconocido.

Dijo con ese marcado acento francés, porque no, algo erótico.

La castaña respondio a la pregunta que le había hecho, dejando lucir aquel acento frances. Sonreí de lado por su contestación nunca había tenido delante mia y hablar con una francesa.

-¿Te han reconocido? -Pregunté sin enterder aunque tan solo sospechaba que era alguien famosa o pupolar del pueblo esas miradas de la gente lo delataban. Y más aun cuando otra joven se acerco a ella con los ojos brillosos y alegre mirando a la castaña sin poder decir nada. Me separe de la barra y me cruce de brazos mirando aquello. Segundos despues me lleve una mano ami barbilla dejando apoyado el codo osobre el otro brazo.

Odette apoyó ambos codos en la mesa y se inclinó hacia delante con una angelical sonrisa perfecta, regalándole una bonita prespectiva del escote de ese vestido. No era una fulana, pero la forma de sus gratificantes senos le permitían el hecho de no llevar sujetador porque ya se sujetaban bien con ese vestido y ese cinturón color noche que le realzaba dichos pechos.
Parpadeó un par de veces con sus curvilinias pestañad potenciadas con un no-excesivo rimel. Iva a responder cuando una jovencita se le acercó, adorándola con la mirada. La mirada picaramente angelical de la mujer se transformó en una de orgullo. Miró a la chica con los labios entreabiertos, dejando que su dulce aliento de fresa acariciara el ambiente.

- bon suà, ma princesse.. ahogga ando ocupada, peggo tóma.

Tomó una servilleta y mirando coquetamente al chico le tomó un bolígrafo del bolsillo de la camisa. Firmó la servilleta con una caligrafía ejemplar poniendo 'Odette A. Dómine'. Ahora el rubio ya podía reconocer a la mundialmente renombrada señorita Dómine. La fan se fué con una sonrisa ilusionada y la mujer rodó esos ojos color miel para volverse hacia el chico y dedicarle de nuevo su mejor sonrisa y su mejor escote.

Mi mirada se desviaba a tres lugares. A los ojos de ambas chicas y al escote que tenia aquella castaña pero despues al trozo de servilleta donde firmaba. Si muy bien lei ya me imagine de quien se trataba era una de las actriz de Hollywood. No me esperaba que en este pueblo estuviera una famosa y brillante actriz francesa.

La chica se fue con su autografo en la mano. Mire de nuevo a la castaña que tenia en su rostro una bella sonrisa y aquel escote que resaltaba sus pechos. No era de los qeu se emocionaban al ver a una estrella de Hollywood pero debía decir que estaba realmente buena apesar de salir en la TV.

-No puedo imaginar que hace una actriz en este pueblo y de todas las discotecas has parado en esta que es bastante problematica.-Dije mirando a la chica y esta vez a los ojos- No es de mi incumbencia pero se bienvenida al pueblo.

Ui, qué adorable ese pequeño dándole la bienvenida al pueblo como si fuera una alumna de intercambio recién llegada a un nuevo instituto dónde la esperaba un comité de bienvenida para darle la bienvenida. Soltó una sensual y suave carcajada que se desprendió de entre sus labios para ir directa a acariciar el oido del muchacho del pelo corto corto. Pasó sus cálidas yemas de los dedos por su mejilla para homogenizar su maquillaje, no querría ir por ahí con un pegote de ese calibre. Por suerte -y como resulta evidente- no existía pegote alguno.

El caso es que parpadeó de nuevo, dejando que sus preciosas orbes castañas se ocultaran bajo dos pesados párpados mientras unas suaves ráfagas de aire procedentes del aleteo de sus pestañas acariciara el rostro del muchacho de forma tan suave que posiblemente ni se percató. La fragancia con olor a rosas que llevaba puesta Odette empezó a hacer su habitual efecto. La gente la miraba anonadada, pero ella esa noche lo había decidido, sólo prestaría atención a ese rubito tan adorable. A lo mejor hasta era más jóven que ella, ¿pero qué más daba? Sólo ivan a pasarlo en grande jugando al gato y al ratón

- ¿te falta mucho pagga acabagg el tuggno?

Despues de decir aquello la castaña tan solo rio de forma sensual. Tan solo enarqeu una ceja no sabia que fuera tan gracioso y menos cuando no pretendía hacer una broma. Pase por alto aquella carjadad de la castaña. Aunque claro la gente no dejab de mirar. No era algo que me gustaba pero saber de que no era a mi me rejaba mejor.

Cuando pregunto aquello un cliente pidio algo que tuve que dejar la contestacion para mas tarde.

-Disculpa -Dije para moverme del lugar y atender a la joven que habia pedido. Poco despues de atenderla volvi con la castaña.- Solo un poco -Dije mirandola al rato de llegar al lugar. De hecho tenía ganas de fumar un rato y eso iba ha hacerlo. Hice una pequeña seña a mi otro compañero.- Saldre un rato a fuera, quiero fumar. -Le dije a la chica para salir de la barra y caminar hacia la salida. Que se vio interumpida por los chicos de la otra noche. Entonces supe que no seria una noche tranquila.

Eran tres chicos y yo tan solo les miraba sin pestañear ni un momento. Estaba claro qeu si iban a buscar problemas lo tendrían aunque eso suponga que me hecharan del trabajo.

-Aparta...-Tan solo fue lo que dije, algo cabreado un poco. Y no queria llegar a cabrearme mucho más. Tan solo me miraron y se rieron para que uno de ellos concretamente el del medio me diera un pequeño toquesito con el dedo. Cosa que no me gusto para nada. Cerre los puños con la intencion de golpearle en su cara y dejarsela mas "linda"-

Odette lo excusó y se limitó a cerrar sus perfectos labios, haciéndolos encajar mientras alzaba su tequila y admiraba el reflejo de ese líquido con las luces del loca. Bajó la mirada hasta sus piernas y las cruzó. Sí, mucho mejor, más alegante. Al hacerlo, su vestido se alzó un poco dejando ver el inicio de sus muslos tostados por el sol. Se llevó el cristal del vaso a los labios y dejó que el alcohol se deslizara garganta abajo, dejándole un saborcillo agradable en los labios. Labios que se relamió cuando acabó de beberse toda la copa de otro sorbo. Dejó el vaso vacío en la barra y siguíó con la mirada al mucacho que decía de slir a fumar. Iva listo si creía que lo iva a seguir como un cachorrillo. Se dispuso a seguir como si nada pero vió llegar a tres chicos que buscaban pelea. Arrugó la nariz y bajó del taburete con un pequeño salto que ondeó su larga melena castaña.

Se acercó a los muchachos, ya sintiendo un poco el alcohol circular por sus venas y se cruzó de brazos alzando una ceja. ¿Ivan a pegarse acaso? Negó con la cabeza y se acercó al camarero para rodearlo de la cintura con ambas manos, pegando su busto al antebrazo derecho de él. Miró con una inocente pero venenosa mirada a los otros chicos y susurró con ese acento eróticamente perfecto

- fuegga. Cómo le toquéis estáis mueggtos. No me obligguéis a igg a vuestggas madgges a deciggles que os poggtáis mal, mons petits enfants..

Cuando iba a levantar el brazo para darle una buena tunda pero senti en la cintura unos brazos rodearme que hizo que mirara de reojo a la chica que se encontraba detras mio era aquella castaña. Poco despues dijo aquello.

-No es por nada, pero no creo que necesite ayuda de una chica en estos momentos -Susurre bajito para mirarle de nuevo a los chicos que se partieron de la risa.-

-¿Que pasa? ¿ahora te defiende una francesita? si ya sabiamos que en el fondo eras un cobarde. -Dijo uno de los chicos reindose aun, burlandose de la situacion. Si lo peor para un chico era esta situación. -

Aquellas palabras me irritaron un poco pero claro no queria empezar una pelea delante de esta chica. Pero no por eso iba aretroceder.

-Ya.. y por eso andan hoy tres para poder enfrentarse a mi? -Dije con media sonrsa de lado y mirandole despues seriamente-

La sonrisa de los chicos desaprecio para hacercarse uno de ellos frente a mi con la mirada de odio que tenia hacia mi y con la intencion de pegarme. Yo tan solo se la devolvi.

-Aparta un momento -Le pedi a la castaña-

Eso a Odette la irritó bastante por no decir mucho. Ah, una recomendación de última hora. Jamás hagas enfadar a una femme fatale. Nunca. La castaña entrecerró los ojos y se separó del rubio para dar un paso adelante e interponderse con mirada altiva. Apoyó todo el peso en la pierna derecha, haciendo que su cadera se contoneara contra el lado opuesto, el izquierdo. Los chicos pudieron apreciar esas curbas y esas estúpidas sonrisas se borraron de sus rostros. Ahí no acababa la cosa. Odette se acercó más al que parecía ser el cabecilla y jugueteó a pasar los dedos con el cuello alzado de su camisa. Bah, era un gallito de calle. Lo miró directamente a los ojos con una de sus sonrisas roba-aliento. Se acercó a sus labios pero no lo llegó a besar. Lo dejó con las ganas cuando una rodilla se encastó de forma dolorosa en su entrepierna. Una sonrisita encantadora se dibujó en el rostro de la castaña

- más respeto, enfant...

Lo dejó doblado y andó contoneándose para alejarse, volviendo sobre sus pasos y pasando al lado del rubio, sin mirarlo. Alzó una mano con desdén, pero sin perder elegancia ni sensualidad, cómo diciéndolte 'todo tuyo, machote'

La castaña se interpuso entre los dos para no dejar que nos pelearamos. Poco despues se acerco al chico para besarle? así queria ayudarme..aunque le pedi que no lo hiciera, las muejeres siempre así. Suspire y tras hacerlo vi como su rodilla se quedo clavada en la entrepierna del chico. Cosa qeu no puede aguartar una risita que tape con mi mano.
mire con una ceja enarcarda a la castaña y mire a los tres.

-Venga.. a la calle.. -Dije aguantandome la risa para darle un buen derechazo a los otros dos en la cara qeu salieron de alli e intentando ayudar al otro qeu apenas se podía mover. Cosa que tuvieron que dejarlo. Me acerque a él. -Sera mejor que no vuelvas a pisar este antro..-Dije agarrandolo con los cabellos para sacarlo de alli. Los demas guardias vinieron para ayudarme pero hice una seña de qeu todo esta bajo control. Cosa que así fue gracias a la castaña. La mire de reojo y me quede al lado de la puerta para sacar un cigarrillo y fumarlo. Tal vez la castaña se quedara a dentro pero tampoco le habia pedido que saliera cosa que me dio en ese momento igual.

La castaña siguió andando de forma atractiva hasta la barra dónde se había dejado el pequeño bolso a conjunto con sus tacones y su vestido. Toda vestidita y conjuntadita, claro que sí. Tomó el bolso y se ofreció a pagar el tequila que se consumía en su interior pero el camarero dijo que no que no, que invitaba la casa. Eso de ser hermosa tenía sus ventajas. Le mandó un beso por el aire a ese camarero y soltó una cantarina carcajada para darse media vuelta y disponerse a salir del lugar mientras la música machacona sonaba de fondo. El rubio ya no estaba, por lo que se supuso que ya había dado su merecido a esos macarrillas made in china y se habría ido a fumar. Lástima, estaba bastante bueno y no le habría dicho que no a un revolcón.

El portero le abrió la puerta y ella alzó una mano hasta la altura del hombro para mover los dedos de forma encantadora y decir un 'au revoire' para salir. Una vez fuera, una ráfaga de aire helado la hizo detenerse. Brrr, qué frío hacía... Se frotó los antebrazos, hechando en falta un abrigo. Cerca se hallaba el rubio de cuerpo escultural.

Me quede a fuera fumando aquel cigarrillo que habia sacado. Por suerte habia traido esta vez un encendedor que era unmalo fumador por no llevar uno ensima y tendria que estar pidiendo. Le di varias calada.
Al final la castaña se quedo dentro. Pero pensando en ella poco despues la vi salir por alli. Cosa que me hizo algo de gracia. Tenia las pinta de irse pero me quede mirandola unaso segundos mientras terminaba de fumar aquel cigarrillo. Le di una ultima calda y tire el cigarrillo al suelo para pisarlo despues con mis grandes zapatos mientras la miraaba de reojo. Mi turno ya casi iba aterminar ademas de qeu me debían varios dias libres. Así que porque no coger unas pardes de horas antes. Eso fue lo que hice. Camine donde la chica tan solo la mire.

-Espera..-Dije haciendo un gesto con la mano para entrar dentor y decirle eso al jefe, tome mis cosas y sali a fuera. La chica aun esperaba en algun rincon-Es hora de irme.. -Susurre-

- es hogga de iggnos

Corrigió una vez el rubio hubo vuelto con una de sus habituales sonrisas de chico ligón pero perfecto. En un inicio se había dispuesto a irse mientras luchaba por no temblar ante ese frío casi invernal, pero el mismo chico, cuyo nombre desconocía le pidió que le esperara. Eso probocó que la castaña Odette alzara una ceja pero se detuviera. Una vez el muchacho se perdió en el local se permitió el lujo de dibujar una traviesa sonrisa. Ahora empezaba la verdadera noche... y ése rubio buenorro parecía ser su víctima.

Una vez éste huvo salido lo recibió con una inocente sonrisa y apoyó una mano en la cadera., ladeándola para que se marcara más sus níveas curbas perfectas a través de ese fino vestido escotado. Fue entonces cuando corrigió lo de 'es hora de irme' por el 'es hora de irnos'

Al salir me quede mirandola. Sonrei de lado y me acerqeu a ella, a aquela bonita figura.

-Ya estoy a fuera y libre. ¿que ha pensado la castaña actiz? -PRegunté enarcando uan ceja mientra la miraba. Tal vez no tendría que irme de aqui a otro lado y visitar a Lau pero desde la otra vez ne la playa no he sabido nada de ella nisiquiera un llamada ni un mensaje. En fin.. supongo qeu por una noche mas de diversion no pasara nada. Ademas de que no he dicho que iba hacer algo..-

- ¿voulez vous ir al coche?

Preguntó una vez lo tuvo delante. Sonrió y se acercó el metro que los separaba, para multiplicar por zero la distancia que anteriormente había habido entre los dos. Se relamió el labio inferior mirándolo y se alegró de no haber perdido facultades. Eso de tener a los tios a su merced era adictivo. Alzó ambas manos y las usó para juguetear con el cuello de la camisa del muchacho. Al rato una de las manos se desprendió del cuello de la camisa y bajó hasta sus pectorales, para ejercer una leve presión con las frías yemas de sus dedos. Lo miró a los ojos, coqueta.

Asenti con la cabeza ante aquella pregunta.

-¿por que no? -Aunque no tenia ni idea hacia donde vamos.- Pero esa no es la contestacion que esperaba, o es qeu acaso que solo responde a un apregunta con otra..-Bromee alzando un poco las cejas mirandola a los ojos, intentado no desviarme a otro lugar. -

Odette soltó una cantarina carcajada al ver que el rubio no le había entendido por lo que se quedó un rato pensativa, con esa preciosa sonrisa pintada en sus carnosos labios. Entonces se le encendió una lucecita. Un gesto vale más que mil palabras... lo que haría a continuación lograría que el muchacho entendiera qué tenía en mente más que si se lo dijera en inglés o americano o lo que fuera que él hablara nativamente.

Parpadeó con sus largas castañas y tomó las manos del joven para hacer que las apoyara algo más abajo de la espalda. És decir, le hizo apoyar las manos de forma firme y segura en sus nalgas firmes cubiertas solo por ese sedoso vestido tan fino. Lo miró a los ojos y sonrió para acercarse un poco más, presionando con sus manos las de él para que sintiera bien las curbas de su perfecto trasero. Acercó su rostro al cuello de él y dejó que su aliento le rozara la garganta al susurrar de forma lenta

- ¿no quiegges pasagg un buen ggato conmigo en tu coche..?

La castaña rió y tan solo me quede mirandole con una ceja enarvada, es cierto no le habia entendido. Pero al verla y ver como puso mis manos en sus nalgas. Aunque ya me habia imaginado que era eso queria asegurarme más. Senti aquellas nalgas firmes entre mis manos y despues aquel susurro. Creo que no estoy haciendo lo correcto pero que tentación ni mas grande tenia de lante de mi.

-De querer quiero, ahora la cuestion es que, No tengo coche señorita. -Dije mirandola pero aparte mis manos de sus nalgas y despues me aparte yo. Todos en esta disco me conocican y no queira hacer nada que a Lau le dañara. -