Vale, empiezan a parecerme demasiadas sorpresas / Oliver +18

Otro día libre para mi fortuna, ya era algo tarde y yo seguía en la cama tan dulcemente, se estaba tan bien en la cama, tapada con tantas mantas, realmente era lo mejor, en aquel pueblo siempre hacia un frio de mil demonios y en la cama por la mañana se estaba realmente genial. Ya llevaba bastante rato despierta, pero seguía revolviéndome allí no quería salir de entre las sabanas en todo el día, me lo merecía, si, ese día seria un festival del sueño.

Creo que mi madre seguía en casa ya que la podía escuchar lavando los cacharros abajo, pero no dudaba que se fuera en un rato a ayudar a mi padre en el local, ya que la princesita, si, yo, se quedaba descansando, escuché la puerta, y sonreí, ahora ya estaba sola en casa, genial, nadie me molestaría y eso era maravilloso, simplemente podía hacer lo que quisiera sin que nadie en la casa me llamara para ayudar.
Me tapé hasta arriba con las mantas sonriendo para mi misma, realmente parecía una cría que no deseaba ir a clase y quería dormir todo el día, esa era yo.

Oliver al salir del local se paso las manos por el rostro, quizás pensando que aquel movimiento lo despertaría de aquella pesadilla que estaba viviendo o de esa broma… ¿Por qué todo eso era una broma no? Se detuvo en una de las intersecciones, podía ver a cinco casas, su propia vivienda, con las rejas recién pintadas y cinco casas al contrario, la casa de Julie, ni siquiera lo dudo por un instante.

Oliver camino rápidamente hacia la casa de su mejor amiga, iba a golpear la puerta cuando esta de pronto se abrió, dejando ver a la madre de Julie-Oliver, me habían dicho que habías regresado…Bienvenido, Julie esta en su cuarto, pasa, yo me voy al trabajo-le dijo la mujer, Oliver simplemente asintió disimulando una sonrisa mientras la veía irse, cerrando la puerta. No tenía la habitual sonrisa, no tenía la habitual vitalidad, sino que su mirada estaba algo apagada y su rostro pálido como el papel.

-¿Julie?-susurro abriendo la puerta de la habitación de su mejor amiga, estaba diferente. Cambiada, de otro color. Cerro la puerta tras el, mientras avanzaba unos pasos sentándose sobre la cama. Su sonrisa inexistente.

De fondo pude escuchar algunos pasos, ¿mi madre había olvidado algo?, bueno, apenas hice caso, claro, que eso fue hasta que escuche mi puerta abrirse y la voz de Oliver ¿Qué narices hacia allí?, seguí tapada, incluida mi cabeza hasta que sentí que se sentó en la cama, me destape lentamente, dejando solo mis ojos y mi nariz por fuera de las sabanas – ¿Se puede saber que haces aquí? – pregunte mirándole, entonces vi su rostro, totalmente serio y deje de jugar para recomponerme y estar a la vista, supongo que bastante despeinada y con un pijama algo ridículo, pero bueno, seguía siendo Oliver.

- ¿Qué te ocurre? – pregunté mostrando procupación en mi rostro, lo estaba, estaba preocupada, ¿que le pasaba a Oliver que ni siquiera tenia una leve sonrisa en el rostro?

Oliver en otra instancia seguramente le hubiera hecho una broma sobre su cabello despeinado, sobre su pijama, o sobre cualquier otra cosa. Pero estaba mirando sus manos, solo levanto la mirada verdosa y algo aguada para mirar a Julie, con ella si podía permitirse estar de aquella forma, es mas, ella había sido la única que lo había visto llorar, en dos ocasiones: Cuando su madre había tenido un accidente y cuando lo habían expulsado en el ultimo partido de uno de los campeonatos.

-Tengo una hermana Julie…-susurro mirándola a los ojos, su voz apenas se escuchaba, seguramente si el cuarto no hubiera estado en silencio, no se hubiera podido distinguir su voz-Mi padre ha muerto, dejo una hija y…tengo una hermana-su voz se quebró con la ultima palabra. Se estiro para dejar su cabeza descansar en las rodillas de la muchacha, como si de un niño pequeño que necesitara cariño se tratara. Ninguna lagrima se escapo de sus ojos, pero de todas formas, se podía distinguir la conmoción que embargada al muchacho.

Pude escuchar sus palabras perfectamente, aunque apenas las susurro, me quede sin habla, Oliver… Oliver tenía una hermana, tragué saliva, sin dejar de mirarle, totalmente seria, se le veía tan… frágil… odiaba verle de ese, lo siguiente que dijo hizo que aun me quedara mas perpleja, su padre había muerto, dios, creo que eso era demasiada información en poco tiempo, si a mi me estaba dejando de ese modo no podía ni imaginarme a él.

Cuando su cabeza se apoyo en mis rodillas simplemente puse mi mano en su cabello, acariciándolo levemente unos instantes antes de acercarme allí para hablarle en susurros – Todo esta bien – fue lo único que pude decir, aunque quizás no debía decir nada, quizás debía dejar simplemente que se desahogara.

Siguió tirado en aquella misma posición, no tenía mas ganas de hablar. Porque quizás si seguía hablando sobre eso, todo se haría mucho mas realidad. Hasta ahora no había pensando muy bien que significaba todo aquello en su vida. Tenía otra persona que llevaba su sangre, otra persona de la cual preocuparse…no sabia si seria capaz de tener una buena relación con esa muchacha. No sabia si podía dejar de mirarla con envidia, porque ella había tenido a su padre y el no.

Subió la mirada, abriendo los ojos para mirar a Julie mientras se sentaba frente a ella. Tenía los ojos algo aguados, mientras la observaba. No sabia porque pero aquella situación lo había dejado con las emociones a flor de piel y ahora sabia perfectamente lo que necesitaba. Tomo al rostro de Julie entre sus manos, pegando su frente con la de ella, antes de abrir la boca y dejar que sus alientos se mezclaran.

Acorto la distancia entre ellos para posar sus labios en los de su mejor amiga, que hace mucho había dejado de ser solo aquello. La beso con suavidad, como si de una delicada flor se tratara, mientras se movía delicadamente sobre ella.-Solo en ti puedo confiar…-susurro luego separándose de ella, terminando aquel beso, pero sin quitar sus manos del cuello de la muchacha, acariciándolo levemente, pegando su frente con la de Julianne.

No me moví ni un centímetro después de hablar, no era demasiado buena para aquello, pero sabia estar al lado de la gente, sabía que Oliver podía comprender que no dijera nada mas, porque él me conocía y yo era bastante horrible en esos temas. Cuando me miró simplemente pude mostrarle una pequeña sonrisa, intentando animare tan solo un poco, aparte mis manos al ver que quería reincorporarse, quedando sentado frente a mi sobre mi cama.

Le observé, de nuevo seria, podía ver que sus ojos estaban algo aguados, pero no lloraba, eso me alegraba, no me gustaba verle llorar, aunque si no recordaba mal solo habían sido dos veces en las que había ocurrido aquello, entonces tomo mi rostro en sus manos, yo fruncí levemente el ceño, aunque deje aquello cuando poso su frente con la mía, suspiré levemente, sentirle tan cerca hacia que volviera a pensar en lo que no quería pensar, así que cerré los ojos intentando sacarme aquello de la cabeza, pero entonces sentí sus labios sobre los míos, realmente no podía creer que estuvieran de nuevo en su habitación besándonos.

Abrí los ojos cuando se separo, mirándole fijamente, escuchando lo que dijo, pase una de mis manos acariciando su rostro suavemente, mas bien casi solamente rozándolo con las puntas de los dedos

Oliver se quedo quieto, sintiendo esa leve caricia con una pequeña sonrisa ladeada en su rostro. No iba a escapar, no esta vez porque se sentía mas seguro que nunca con lo que estaba haciendo. Se mordió el labio inferior mientras sus ojos se posaban en los labios de Julie, como si estuviera batallando consigo mismo para no besarla nuevamente. Suspiro haciendo que su aliento se mezclara con el de Julie.

-Tiene mi misma nariz…y los ojos de mi padre-susurro luego antes de que sus labios comenzaran a esparcir pequeños besos por todo el rostro de la muchacha. En su frente, sus pómulos, su nariz, la comisura de sus labios, su mandíbula, para volver a sus labios una vez mas.-Pero tu tienes los ojos mas lindos que haya visto nunca-susurro luego pasando los dedos delicadamente por sus cejas, mirando fijamente los ojos oscuros y expresivos de Julianne.

- Serás un hermano genial – le dije con una pequeña sonrisa, para luego reí suavemente al sentir aquellos besos por todo mi rostro, la verdad me había negado a admitirlo, a admitir que ya no sentía a Oliver tan solo como mi mejor amigo, sino que des de aquella noche, quizás incluso un poco antes había sentido que le necesitaba.

Rodeé los ojos ante sus ultimas palabras, no era de las que necesitaban cumplidos, creo que no los encajaba muy bien, y se me hacia algo extraño escucharlos salir de los labios de Oliver por lo que simplemente volví a juntar los suyos con los míos, lo mas extraño era que aquello se sentía normal, como si tuvieran que besarse desde siempre y no lo supieran, era extrañamente natural – ¿Sabes?, creo que puedo acostumbrarme a esto – dije rozando sus labios con los mios, colando después una sonrisa.

Oliver sonrío mientras sentía como ella besaba sus labios, de aquella forma tan delicada, dulce, como era Julie. Se apretó un poco mas contra ella, pensando en todo el tiempo que habían perdido sin estar besándose, mas que mal, mucho antes de la noche de graduación, los sentimientos de Oliver hacia Julie habían cambiado repentinamente. Negó con la cabeza al escucharla y no pudo evitar separarse de ella para ponerse de pie y comenzar a caminar por la habitación.

-Ahí esta el problema Juls, no se si quiere ser un “hermano”-dijo deteniéndose para observarla a los ojos, se fue a sentar una vez mas frente a ella, para permitir que lo besara con aquella dulzura que tanto le encantaba. Sonrió de medio lado mientras escuchaba sus palabras-¿Ah si? Te doy permiso para que te acostumbres…-susurro divertido observándola, besándola…acariciándola.

Le observé cuando se puso de pie, a caminar, solía hacerlo cuando algo le ponía nervioso, simplemente le observé esperando que dijera alguna cosa, suspiré negando levemente con la cabeza de nuevo, puse una de mis manos en su rostro haciendo que me mirara a los ojos – El problema esta en que eres su hermano, lo quieras o no eres su hermano – le dije encogiéndome levemente de hombros después.

- No necesito tu permiso para eso - murmure luego, divertida para volver a sentir sus labios en los míos, y sus manos pasearse por mi cuello, la verdad no entendía como eso no había pasado antes, antes de la graduación claro, pero supongo que ninguno de los dos lo entendía demasiado bien, y que la distancia había echo que al volver a verse las cosas se aclararan.
Le observé cuando se puso de pie, a caminar, solía hacerlo cuando algo le ponía nervioso, simplemente le observé esperando que dijera alguna cosa, suspiré negando levemente con la cabeza de nuevo, puse una de mis manos en su rostro haciendo que me mirara a los ojos – El problema esta en que eres su hermano, lo quieras o no eres su hermano – le dije encogiéndome levemente de hombros después.

- No necesito tu permiso para eso - murmure luego, divertida para volver a sentir sus labios en los míos, y sus manos pasearse por mi cuello, la verdad no entendía como eso no había pasado antes, antes de la graduación claro, pero supongo que ninguno de los dos lo entendía demasiado bien, y que la distancia había echo que al volver a verse las cosas se aclararan.

Oliver ni siquiera se molesto en volver a hablar, no necesitaba las palabras para hacerle saber a Julie que estaba loco por ella hace mucho tiempo y que solo hace minutos se había dado cuenta, bueno quizás desde aquella noche, solo que lo había querido negar para no dañar aquella hermosa relación que tenían. Pero a la mierda, tenia que sacrificarse por lo que quería, y lo que quería en aquellos momentos era a ella…

Se quedo de pie frente a ella, bajando la cabeza e inclinándose levemente para atrapar sus labios entre los de el, con suavidad, intensidad, pasión, deseo, locura y cada una de las emociones que despertaba Julianne en el, sabia que eso que estaban haciendo podía dejarlos heridos para siempre, pero en aquel momento no le importaba. Poco a poco la inclino sobre la cama para recostarse frente a ella, dejando sus labios tranquilos por algunos segundos, para preocuparse del área de su cuello, besándolo levemente, haciendo que sus manos recorrieran casi con fervencia la silueta de la muchacha bajo el.

Simplemente no quería, no podía dejar de besarle, de sentirle cerca, porque era como si de repente hubiera entendido que no tenia porque intentar ser solo su mejor amiga, no tenia porque convencerme a mi misma de aquello ya que al parecer los dos se habían sentido de la misma forma y se lo habían guardado, seguramente temiendo perder al otro, cosa que a mi me seguía preocupando, pero no en ese preciso momento.

Puse una de mis manos en su rostro, besando sus labios cada ves con mas intensidad mientras él se inclinaba, recostándose frente a mi, sonreí en sus labios, dejando un último suspiro en ellos cuando paso a besar mi cuello, sintiendo aquellos leves y dulces besos que Oliver dejaba allí, y sus manos recorriendo mi cuerpo - Esto esta bien...? - pregunté, no quería hacerlo pero lo hice, no sabia muy bien porque pero lo hice, y ahora quería que él dijera algo, o mas bien lo necesitaba, quizás necesitaba saber que aquello no seria algo malo para los dos, por decirlo de algún modo.

Oliver continúo con la tarea de besar el cuello de Julie, bajando suavemente incluso hasta su hombro, bajando el tirante de su pijama para besar la piel desnuda y suave de aquel lugar. Sus manos no paraban de moverse por sobre el cuerpo de la muchacha, incluso colándose entre las ropas para sentir la suave piel del vientre plano de su amiga.

Se separo levemente de ella al escuchar aquella pregunta, con los ojos encendidos en pasión y deseo y la respiración algo entrecortada, continuo en la misma posición, sobre ella, apoyando sus manos en la cama, a ambos costados del rostro de Julie-Se siente bien…-susurro en respuesta, sonriéndole dulcemente. No quería que pensara que eso arruinaría lo que tenían, nada podría arruinar su relación. Oliver estaba completamente seguro de aquello.

Le observé a los ojos cuando se separo, apoyando las manos a ambos lados de mi rostro, estaba bastante seria ya que de verdad no quería que aquello arruinara mi relación con Oliver, simplemente no soportaría que él volviera a irse ahora que había vuelto y que yo había terminado por aceptar que mi amistad por él había pasado a otro estado.

Sonreí del mismo modo que él después de escucharle y pase de nuevo mi mano por su rostro, acariciando cada una de sus facciones y sin perder aquella sonrisa le miré de nuevo a los ojos – Si, realmente bien… – dije volviendo a acercarme para besarle, colocando mi mano por detrás de su cuello para que volviera a acercarse.

No pudo hacer nada mas que sonreír al escucharla, en aquellos momentos se estaba sintiendo bien, estaba seguro que si pensaba en lo que estaba pasando en ese cuarto en algún otro lugar, se sentiría igual de bien, no tenia dudas sobre aquello. Además, ya habían comenzado, no podían echarse para atrás y volver a fingir como si nada hubiera pasado, como si los sentimientos entre los dos no hubieran cambiados, solo seria engañarse a si mismos y ya lo habían hecho una vez, claramente no cometerían el mismo error.

Siguió las indicaciones de la mano de Julie quien lo acercaba a sus labios nuevamente, la beso con intensidad, mientras apoyaba solo un poco de su peso sobre la muchacha, aun apoyado en sus manos, mientras sentía como toda la silueta femenina de la chica se pegaba a su cuerpo. Beso sus labios por unos cuantos minutos, antes de bajar para besar su cuello una vez mas, luego bajo un poco mas, besando el nacimiento de los pechos perfectos que dejaba ver el camisón.

Después de que volviera a mis labios por algún tiempo, sintiendo sus cálidos labios sobre los míos, volví a sentir sus labios pasar por mi cuello, mi respiración empezaba a estar algo entrecortada, mas cuando sentí que bajaba, solté un suspiro y no pude evitar pensar en la noche de la graduación, o de lo que me acordaba de aquella noche ya que habían osas algo borrosas de los recuerdos de aquel día, básicamente porque como todos había bebido y bueno, dicen que solo los niños y los borrachos dicen la verdad, así que supongo que también solo los niños y los borrachos hacían lo que sentían en realidad, y aquella noche fue en la que los dos hicimos algo que termino separándonos para ahora volver a juntarnos en una situación bastante similar, pero para nada la misma.

Oliver continuo besándola por algunos minutos, tenía la respiración algo agitada y sentía como su corazón parecía estar a punto de salir de su pecho. Nunca se había sentido así antes, había tenido novias, había creído estar enamorado, pero ahora…era algo completamente diferente. Sus labios se pasearon por cada centímetro de la piel de Julie, con deseo de querer sentirla cerca nuevamente y de sellar de alguna forma aquella nueva etapa de su relación…la pregunta que tenia que hacerse era…¿Estaba listo para una nueva etapa?

Se separo un poco de ella para sentarse en la cama, dejando los pies clavados en el suelo, poso su cabeza entre sus manos, mientras se tomaba el cabello, queriendo pensar y aclarar todas las cosas que lo estaban carcomiendo. No era fácil, sentía que Julie era la persona mas especial del mundo, pero por otro lado, no quería arruinarlo y sabia que el tarde o temprano lo haría. –Lo siento, no estoy pensando racionalmente…-susurro antes de elevar la mirada y observarla frente a el.

Leves suspiros iban saliendo de entre mis labios mientras sentía a Oliver cerca de mi, realmente parecía que con él todo se veía distinto con él allí, no sabia porque, pero lo sentía todo de diferente modo, quizás era que las cosas no eran iguales con los demás, con los otros tan solo había sido algo pasajero, algo que podía soportar perder, pero Oliver era totalmente distinto, y aunque sabia que después de aquel día las cosas no serian iguales pero también sabia que los dos se necesitaban demasiado como para dejar que no fueran para bien.

Cuando se separo abrí los ojos mirándole, recomponiéndome en la cama y mirándole desde allí, para nada con incomprensión, podía entender porque se había separado en aquel momento, aquello no era tan fácil como parecía ya que ambos sentíamos demasiadas cosas por el otro y supongo que ninguno queríamos dañarnos, cuando le escuché y me miró tendí una mano para que me la diera y apretarla levemente, para luego acercarme a él y simplemente abrazarle, como cualquier otra vez lo hubiera echo, estrechándole y apretando mi cabeza en su cuello sin poder evitar que el olor de aquella colonia que siempre llevaba me llegara por lo que sonreí – Amo como hueles – dije riendo un poco, aun sin soltarle

Eran esas cosas las que hacían que Oliver no pudiera dejar de pensar en ella, su naturalidad, aquellos movimientos para nada ensayados y tan únicos de Julianne, sonrío de medio lado cuando la sintió abrazarlo por la espalda, el poso sus manos sobre las de las muchacha que estaban en su cintura, recorriéndolas de arriba hasta abajo. Se mordió el labio inferior mientras sentía el aliento de Julie rozar con su nuca, provocando que los pelos de aquella zona se erizaran levemente y que un pequeño escalofrío placentero lo recorriera por completo.

La tomo de la mano para con una sonrisa, hacer que ella pasara a estar sentada en su regazo, sonriendo acaricio con una de sus manos su cabello para apartarlo de su rostro, mientras podía observar sus ojos-Tu me regalaste este perfume ¿recuerdas?-había sido antes de la noche de graduación, le había gustado tanto, que ahora siempre seguía comprando el mismo, de un modo u otro le recordaba a Julianne.

Agacho la cabeza divertido para esconder la nariz en su cuello, como si perteneciera a aquel lugar, extasiándose de su aroma y aspirando, antes de separarse e irse hasta sus labios una vez mas, era casi inevitable no besarla-Tu también hueles bien…-susurro contra ellos, antes de acortar la distancia y besarla.

Le miré sonriendo cuando me paso delante a su regazo, aunque realmente estaba cómoda en su espalda, se sentía cálida realmente y eso también me gustaba, la sensación de estar con él me gustaba en general, sentirle cerca, era imposible que aquello no me gustara. Le observé los ojos mientras apartaba mi cabello de mi cara reí levemente– Si, mucho mejor que el que llevabas antes – bromee un poco, sin poder dejar de sonreír.

Solté una suave risa al notar como estaba en mi cuello, si yo tenia un pequeño problema llamado cosquillas, des de siempre había tenido demasiadas, y sentir su respiración allí provoco que riera, aunque de una forma leve – Sera mi champú, o no, es que yo siempre huelo a flor - bromee de nuevo, sin apartarme de sus labios para después besarle cuando se acerco de nuevo, colocando mi mano en su cuello, no se porque no podía evitar hacer aquello, aparte no quería caerme de sus rodillas.

-No…siempre hueles a Julie-la corrigió Oliver sonriente mientras terminaba aquel beso, sintiendo una vez mas la mano de la muchacha en su cuello para acercarlo concientemente a ella. Se quedo jugando en sus labios, con una pequeña sonrisa de medio lado, besándolos, rozándolos, acercándose levemente para luego separase y besar su mejilla, su nariz, su cuello…le gustaba besar cada una de las partes de Julianne.

Su cabeza parecía desconectada de sus movimientos o de su corazón en aquellos momentos, le parecía lo mejor. Porque claramente no hubiera estado haciendo eso si estuviera pensando con claridad, mas bien el sentimiento de miedo de perderla lo hubiera invadido y seguramente se abría ido de aquella habitación hace un rato ya. Pero ahí estaba, acariciándola, besándola, como el quería y como no quería que cesara nunca.

-Me gustan tus besos…-confeso en un susurro cargado de sensualidad y deseo. La deseaba, no tenia que negarlo. La había deseado desde que la había visto en el local de su familia hace un par de días atrás…la recostó en la cama nuevamente, para el quitarse la camisa luego. Quizás estaba apresurando las cosas, pero a u corazón y al calor que sentía en su cuerpo no parecía importarle. La necesitaba de una manera u otra…la beso con intensidad, pegando su torso desnudo al de ella…

Sonreí en sus labios después de que dijera aquello, realmente se sentía bien pudiendo estar de aquel modo con Oliver, diciendo cosas que en otro momento en el pasado se hubieran callado y no las hubieran mencionado por nada del mundo, como siempre, para resguardar su amistad que era lo que habían intentado los dos todo ese tiempo, pero las cosas ya no eran las mismas, y lo mejor era que todo estaba bien y nada parecía ir mal por aquel cambio.
Sonreí al escucharle decir aquello, había sonado tan distinto a cuando lo había escuchado de otros, le di un leve beso después de sus palabras, y aunque corto, fue de un modo algo mas intenso, esperando algo mas de aquello, no tarde en quedar recostada de nuevo en la cama, ya era imposible negar que deseaba estar con él, le observé desde mi posición, esperando que volviera a mi lado de nuevo y cuando lo hizo besar aquellos labios que empezaban a ser adictivos, pasando una de mis manos a su espalda, acariciándola mientras aquel beso cada vez se intensificaba mas.

Oliver continuo besándola con la misma intensidad de antes, quizás estaba repitiéndose lo mismo que la noche de la graduación, el deseo y las ganas de estar con el otro subían y aumentaban cada poco y el estaba seguro que no los olvidaría, como tampoco los había ignorado aquella noche. Pero al mismo tiempo todo era diferente, porque ahora estaba conciente de lo que estaba haciendo, quería estar con ella, necesitaba sentir su cuerpo, necesitaba besarla y hacerle saber que esos dos años nunca había dejado de pensar en ella….nunca.

-Me vas a meter en problemas con tu padre Julie…-susurro con la voz ronca a causa de la excitación del momento. Sus manos se colaron entre el camisón de la muchacha, acariciando sus muslos y la parte interior de ellos, rozando, levemente y casi fortuitamente su zona mas intima. Sus manos se quedaron posadas en aquel lugar, mientras sus besos no dejaban libre la boca de la muchacha.

No, ya no podía parar aquello y realmente no quería pararlo, cada vez la cosa estaba mas caldeada y no iba a decir que no quería aquello, le deseaba, tanto o mas como la noche de la graduación, las cosas no cesaban , los besos, las caricias y por supuesto las ganas de estar con el otro.

Reí dejando mi aliento en sus labios después de aquel comentario, besándole mientras sentía sus manos colarse entre mi camisón, acariciando mis piernas – Creo que tu solo te metes en problemas, y como vuelvas a mencionar a mi padre te echo de mi cuarto – bromee divertida sin separarme de sus labios, notando como sus manos seguían subiendo, sonriendo por eso, y volviendo a centrarme en aquellos besos, jugando con nuestras lenguas.