Volviendo al pasado / Oliver

No serian mas de las ocho de la tarde, el local estaba como un día cualquiera, había gente pero no a rebosar como los días en que había partido de hokey que aquello parecía ser la casa de todo el mundo, aunque realmente no me importaba que eso pasara, me gustaba el ambiente cálido de todos a una, era bastante divertido ver a mi padre y a sus amigos gritándole a la pantalla como si pudiera escucharles.

Me encontraba detrás de la barra, con unos jeans desgastados y una camiseta de color rosa oscuro de manga corta, aunque estuviéramos en invierno y en Canadá allí dentro no se podía decir que hiciera demasiado frio. Mi padre era el que estaba sirviendo algunas mesas ya que hoy no tenia entrenamiento con los chicos y yo parecía que llevaba mas de una hora secando el mismo vaso, estaba medio atontada pero el problema era que no estaba pensando en nada en concreto, simplemente tenia la vista perdida por el local y seguía con aquel vaso que sabia que seguiría igual de rayado y viejo por mucho que lo frotara, solté un suspiro, y escuché a mi padre que no se que me estaba diciendo de que dejara de una maldita vez aquello y empezara a ayudar.

Oliver se paso la mano por el cabello, una costumbre que tenia siempre cuando estaba nervioso. Se rasco la frente y arrugo el entrecejo mientras se detenía frente a la puerta de aquel local en donde había pasado gran parte de su adolescencia. Algunos lo saludaron, porque bueno en aquel pueblo, todos conocían a todos y otros lo miraron raro por estar dudando o no en entrar.

Había sido raro volver al pueblo de todo el tiempo que había estado fuera. A su mismo cuarto de antes, a ver a las mismas personas de siempre, en el fondo sentía que había retrocedido en el tiempo y que nada había cambiado. Pero si, muchas cosas habían cambiado. Tomo valor mientras ingresaba, aun cojeaba un poco por su rodilla y le dolía cuando hacia demasiado deporte o caminaba demasiado, pero eso no era un problema en aquel pueblo tan pequeño.

No había visto a Julie en casi dos años, le había escrito un par de cartas y llamado un par de ocasiones, pero la verdad es que se sentía incomodo hablando con ella, después de lo que había pasado. Pero por otro lado, era su mejor amiga y diablos, la había extrañado. Camino, de aquella manera peculiar hasta la barra, sabia que la encontraría ahí. Y eso parecía un maldito Deja Vu, porque no había cambiado en nada.

-Hola Julie…-la saludo quizás tímidamente mientras hacia un gesto con su mano de saludo. Idiota.

Había terminado por dejar el baso de un golpe en la barra y ponerme a hablar con mi padre, o mas bien a discutir, estaba algo cansada de estar allí, no tan solo ese día sino todos los malditos días de mi vida me levantaba e iba a aquel lugar, empezaba a ser frustrante aquella situación, me sentía la persona mas inútil del mundo trabajando allí pero eso no se lo iba a decir a mi familia porque por mucho que me quejara les quería muchísimo, mas de lo que podía llegar a admitir.

Di por perdida la discusión, al menos parecía que yo había perdido ya que mi padre hizo una señal como que me callara y me diera la vuelta, y al hacerlo me encontré a la ultima persona que esperaba ver allí, Oliver, me quedé totalmente seria mirándole unos segundos en silencio después de ese saludo y después casi corrí demasiado para salir de detrás de la barra y abrazarle pasando mis brazos por detrás de su cuello, no sabia ya cuanto tiempo hacia que no le veía, y por supuesto le había echado de menos, era, era… era Oliver sin mas.

Pero entonces mi orgullo apareció y me aparte empujándole un poco – Eres idiota – le dije frunciendo el ceño y mirándole desde mi posición, pude escuchar una risa de mi padre después de mis palabras, le fulmine con la mirada para volver a mirar a Oliver de nuevo.

Realmente no sabia que esperarse de todo aquello. Si había sido un maldito abandonador por decirlo menos, hasta temía que se había convertido un poco en aquel hombre que tanto odiaba su padre. Porque bueno…había abandonado a todos los que tenia en aquel pueblo, sus amigos, su viejo equipo, su madre y a Julie. Pero tenia que reconocer que se había sentido extasiado de conocer otro lugar, de estar en estados Unidos con personas nuevas y aquella universidad que era mas grande que incluso el pueblo en donde vivía. Si, ya lo había dicho, había sido un completo idiota.

Se esperaba de todo menos eso. Estaba preparado para recibir insultos, golpes y hasta una orden de restricción por parte de Julie, pero no aquel abrazo. Por eso cuando la sintió abrazarlo por el cuello, la tomo de la cintura para aprestarse a ella, pero claro, nada dura para siempre. El siguiente movimiento lo hizo retroceder y tambalearse levemente, y aunque Julie no tenia demasiado fuerza de todos modos lo separo de ella, porque el estaba mal apoyado con su rodilla mala.

-Si, sabía que algo raro pasaba cuando me abrazaste. Esta es la verdadera Julie-¿Estaba bromeando? Dios, era patético. Se quedo mirándola con el entrecejo arrugado y una expresión de disculpa en el rostro mientras elevaba la mano para saludar más allá a su viejo entrenador y padre de Julie.-Se que me merezco esto y más…así que dale. Golpéame-le puso la mejilla derecha a su disposición.

Le seguía mirando con aquella rabia que realmente sentía por que se hubiera ido y porque apenas hubiera sabido de él en los últimos ¿dos años?, si, lo había pasado mal porque en el fondo Oliver era el que mas me conocía, al que le contaba todo, era mi maldito mejor amigo y bueno, sabia que lo que había pasado la noche de la graduación había echo que las cosas se tambalearan pero…

Suspiré aun sin decir nada mientras le escuchaba, y luego rodee los ojos al ver lo que hacia como para que le pegara – Acabas de confirmarlo, eres idiota – dije mirándole ya con una pequeña sonrisa justo cuando mi padre se acerco dándole unos golpes en su hombro derecho – Esta algo tensa, no le hagas caso – es lo que pude llegar a oír de lo que dijo cerca del oído para que luego apartara su mano del hombro de Oliver – Bienvenido de nuevo – dije bromeando un poco para irse de donde estábamos.

Se puede decir que me rendí y le hice una señal para que me siguiera a una de las mesas mas apartadas para poder hablar, me senté esperando que él lo hiciera – Has vuelto… - dije murmurando

Oliver sonrío abiertamente mientras la escucho hablar. Bien, sabía que con aquellas palabras ya todo estaba bien. Le sonrío de aquella forma especial y que siempre había tenido destinada solo para Julie, porque ella era especial en su vida, quería ignorarlo o no. Lo era y no había vuelta atrás. No había vuelta atrás para lo que habían hecho, pero suponía que podían dejarlo olvidado, enterrarlo en el fondo de sus cabezas, luego descubriría que aquello no resultaría tan sencillo.

-Creo que usted la esta haciendo trabajar mucho, entrenador-contesto a las palabras del padre de la muchacha, dándole unos golpes también en la espalda. Había ocupado la palabra entrenador y era algo que no dejaría de hacer nunca. Se quedo sonriendo frente a su mejor amiga antes de seguirla hasta aquella mesa con esa ligera cojera, seguramente ya todo el pueblo se había enterado de que el jugador estrella había vuelto. Corrigió mentalmente, Ex jugador estrella.

-No por mi propia voluntad-alzo una ceja mientras hacia una señal de diversión, aunque en el fondo no era una mentira. Si no se hubiera lesionado, quizás nunca mas hubiera vuelto al pueblo.-Veo que nada ha cambiado aquí-susurro luego pasando sus ojos verdosos por el lugar, diablos, tantos recuerdos.

Me pase una de mis manos por la frente, apretando unos segundos mis sienes y luego volví a mirarle cuando termino de hablar, quizás no debía alegrarme de que hubiera vuelto ya que él mismo acababa de decir que no estaba aquí por su propia voluntad, al menos había tenido la decencia de venir a dar señales de vida.

Miré donde él cuando dijo lo de que nada había cambiado y reí levemente, aunque casi soltando un bufido – Todo sigue exactamente igual – dije observando unos segundos a mi padre al que podía ver mirarnos de reojo, y negué un poco con la cabeza para volver a mirar a Oliver después – Parece que las cosas necesitan mas de dos años para cambiar – le dije con algo de sarcasmo y pronunciando algo mas fuerte lo de “dos años”, pero no pude evitar volver a sonreír, ni con tanto tiempo sin verle podía evitar aquello, seguía siendo él y le conocía demasiado como para odiarle.

- ¿Qué ocurrio? – le pregunté, refiriéndome a que si había vuelto estaba claro que no era por las maravillas que ofrecía aquel pueblo a los que vivían allí.

Oliver alzo una ceja divertido al escuchar como pronunciaba “dos años” y se percato de que Julie seguía siendo la misma Julie de siempre, la que se había emborrachado por primera vez en su casa y que había dormido en su sofá para que sus padres no la descubrieran, aquella Julie con la cuando tenían cinco años se habían casado y el le había dado de regalo de bodas un gato que pertenecía a la vecina. Aquella Julie era su mejor amiga y seguramente si no hubiera vuelto, se hubiera lamentado para el resto de su vida el haberla perdido.

-Un Irlandés, eso fue lo que paso-Arrugo el cejo, porque ese tema siempre lo ponía de mal humor, ella mejor que nadie sabia como se ponía cuando hablaba de Hockey, que era su pasión y lo único en que era bueno, porque era una mierda hasta como de mejor amigo y ahora no tenia nada…se sentía perdido. Por eso había vuelto-Pero no creas que me lleve la peor parte, creo que su nariz no volverá a ser la misma nunca-agrego segundos después, cambiando repentinamente de expresión por una mas divertida y alegre, aunque una de sus manos fue a parar a su rodilla masajeándola levemente. A veces sentía unas pequeñas punzadas producto de las dos operaciones que le habían hecho.

-Lo siento Juls…-susurro luego de unos segundos de silencio. Ella sabia a lo que se refería, a todo aquel comportamiento raro luego de la noche de graduación.

Al escuchar lo primero que dijo me pude suponer rápidamente a que se refería, Hokey, sin duda algo había pasado con el Hokey y lo siguiente me lo confirmo, no pude evitar reir levemente al imaginar el cabreo que habría pilado Oliver después del incidente del cual aun no sabia demasiado pero si había vuelto teníamos tiempo para hablar, no solo hoy, al menos eso esperaba.

Le estaba mirando aun con algunas risas saliendo de entre mis labios cuando dijo aquello ultimo por lo que baje la mirada y deje de reír, suspiré pensando lo siguiente que iba a salir de mi boca, no estaba segura de hablar de aquello, realmente no habíamos hablado nunca de aquello, ni el día después ni nada, había sido como si los dos hubiéramos preferido hacer como si no hubiera ocurrido, pero quizás sin querer el no haber hablado había sido lo que hizo que las cosas terminaran como terminaron, con él en Estados Unidos y sin apenas despedirse.

- No lo sientas, los dos fuimos…. – le miré antes de seguir, frunciendo la nariz un poco – Fuimos un poco imbéciles, me refiero, no estuvo mal, digo, después, y por culpa de eso y no hablamos y… - termine haciéndome un lio con el ceño fruncido y aun balbuceando algunas palabras sin sentido

Oliver lanzo una carcajada al escucharla. Estiro una de las manos para tomar la de Julianne entre las suyas, claro primero de reojo observo si el entrenador aun estaba mirándolos “disimuladamente” pero lo vio muy entretenido hablando con otras personas. Lo hizo más bien para tranquilizarla y para sentir que todo seguía siendo lo mismo cuando la volviera a tocar… ¿Y todo seguía siendo lo mismo no? Bah…aun no le tenía claro.

-Que te parece…si dejamos todo eso atrás. Volvamos a ser solo Juls y Oliver-le dijo mirándola mientras soltaba su mano luego de unos segundos para observarla fijamente con aquellos ojos verdosos. No quería haber metido aun más la pata, porque sabia que a las chicas no le gustaba que les digieran que se olvidaran de que algo había pasado entre ellos. ¿Pero que otra cosa podía hacer?

No quería que la relación con Julie se volviera rara, incomoda cada vez que se encontraran y eso seria seguido porque ese pueblo era condenadamente pequeño y el estaría recluido en ese lugar por lo menos un año mas. Alzo una ceja para mirarla, esperando que ella aceptara aquel intento de acuerdo.

Cuando tomo mi mano termine por callarme de una maldita vez ya que no dejaba de soltar palabras y mas palabras las cuales realmente no sabia muy bien que querían llegar a decir, le miré seria cuando hablo, dejarlo todo atrás, supuestamente la mejor de las opciones, volver a lo de antes, a ser los de antes, como si nada hubiera pasado, aunque debía reconocer para mi misma que no estaba segura de poder dejarlo atrás o quizás de querer dejarlo atrás pero asentí mirándole ya con una leve sonrisa.

- Esta bien, seamos nosotros, ya que parece ser que el señor ha vuelto al pueblo para quitarme protagonismo – bromee por supuesto, pero sabia que ahora mi padre no dejaría de hablar de él, era como el hijo que nunca tubo o algo por el estilo fue lo que me dijo cuando supimos que se iba gracias a la beca de hokey, reí para mi misma por aquello, yo siempre había querido ser un niño para mi padre y por culpa, o gracias a Oliver no había podido ser, pero no me desagradaba el haber sido la que estaba en todos los entrenamientos des de que empezó a jugar hasta el ultimo partido con el equipo, teníamos demasiados recuerdos en común o quizás solo parecían demasiados para los demás porque a mi cada uno de los momentos con él habían merecido la pena, desde el día que entramos juntos a preescolar de la mano hasta una de las veces que le dio un puñetazo a uno de mis ex novios por ir con otra, todo había sido genial, se puede decir que hasta nuestras peleas eran las mejores,

Oliver alzo una ceja al escucharla mientras desviaba la mirada hacia otro lado, con aquella mirada que seguramente Julie conocía muy bien, esa mirada cuando estaba frustrado, cuando no sabía bien que hacer y cuando las cosas no le resultaban como el quería. Porque si había un defecto que Oliver tenia, era que era sumamente testarudo, orgulloso y algo arrebatado, por ello mismo siempre se estaba metiendo en problemas, de los cuales Julie siempre lo sacaba.

-¿Yo? ¿Quitarte protagonismo? Lo dudo mucho-dijo de forma sarcástica mientras observaba a unos ex compañeros de equipo que entraban al lugar, los saludo con un movimiento de la cabeza y una sonrisa algo triste, pero ahora estaba con Julie y la verdad de las cosas no quería dejar de hablar con ella. Sentía que tenían que ponerse al corriente de tantas cosas que el tiempo les faltaría, algo que nunca podría llegar a pasar.-Tengo 20 años, sin estudios, sin empleo y con mi futuro en el hockey arruinado, ahora no soy la gran estrella, solo soy el muchacho que no pudo triunfar afuera y ha vuelto para ser un perdedor.-dijo mirando la mesa, sin atreverse a elevar la mirada, pero segundos después lo hizo, clavando los ojos en los de su amiga.

Sonreí levemente al ver a los chicos entrar, los tenía mas que vistos, en cambio a Oliver no, seguía alucinando con que estuviera de nuevo sentado frente a mi, hablando, y por suerte vivito y coleando ya que después de tanto tiempo sin saber de él empezaba a preocuparme un poco aunque sabia que eso a él no se lo diría.

Negué con la cabeza cuando dijo aquello y espere a que volviera a mirarme porque sabia que lo haría – Oliver, la que ni siquiera a salido de este pueblo soy yo, la que esta trabajando en el local de sus padres soy yo, la perdedora soy yo, tu nunca has sido un perdedor y no lo serás porque esto solo es una mala racha como me llamo Julianne Davison – dije sonando convincente por e simple echo de que creía lo que acababa de decir, me era imposible ver a Oliver como un perdedor porque no lo era.

Oliver no pudo evitar sonreír levemente al escucharla. Había olvidado lo bien que siempre le hacia hablar con Julie, ella le levantaba el animo y la moral como nadie mas podía hacerlo. Suspiro (mejor dicho bufo) luego de escucharla, mientras miraba a su alrededor, hace un tiempo atrás el hubiera matado por poder trabajar en aquel lugar, siempre concurrido y el lugar de moda, en donde todos los chicos “populares” se reunían…ahora que lo pensaba…

-¿No tendrán lugar para un perdedor mas?-pregunto riendo suavemente, aunque en el fondo la pregunta iba en serio. Estaba seguro que si se quedaba en casa sin hacer nada, iba a terminar peor que nunca, una distracción no le vendría nada de mal-Ya sabes, limpiar los vasos, algo que no conlleve mucho movimiento…ya sabes-agrego luego hablando mucho mas enserio mientras bajaba la mirada para observar su rodilla. Diablos, no podía creer que su futuro se había visto arruinado por una rodilla…la vida muchas veces podía ser muy injusta.

Cuando dijo si teníamos lugar para uno mas quizás en mi cara se mostro algo de perplejidad porque ese era el modo en que me había quedado, totalmente perpleja al escuchar eso, miré a mi padre, estaba segura que no le importaría, y realmente a mi tampoco me importaba tenerle por allí.

- Oliver me ofende que lo preguntes - dije medio bromeando pero entonces algo se paso por mi cabeza, sabia que mi padre necesitaba alguien que le ayudara con el equipo de hokey, bueno, Oliver no podía entrar a la pista, al menos por ahora, pero estaba segura que era el mejor para ayudarle, y también sabia que mi padre estaba buscando a su "sucesor" así que quizás podría llegar a ocuparse él del equipo ya que mi padre estaba algo mayor como para ir de un entrenamiento a otro y de un partido a otro, sonreí y miré a mi padre unos segundos para luego mirarle a él de nuevo – Creo que tengo una idea – dije antes de sonreír mas ampliamente – Amas el hokey cierto? – dije sin esperar respuesta – Mi padre andaba buscando otro entrenador porque no se ve con fuerzas para seguir por mucho tiempo, así que podrías ayudarle, y también ayudar por aquí – le propuse mirándole, a mi no me parecía mala idea, aunque quizás a él se le podía hacer duro lo de no poder jugar y tener que quedarse detrás.

Oliver alzo una ceja algo sorprendido ante tal ofrecimiento, desvío la mirada levemente hacia el entrenador, si estaba dos años mas viejo de cuando el lo había dejado, y claro, de inmediato la idea de ser al asistente del equipo de Hockey lo lleno de esperanzas, ver nuevos talentos y encontrar a chicos tan talentosos inclusos como el mismo (Oliver nunca se quedaba atrás cuando se trataba de alagar sus habilidades en aquel deporte, por diablos, el sabia que era condenadamente bueno…era, ahí estaba el pero).

-En mi cabeza parece una buena idea, no se si puede ayudar demasiado, alguien que aun no puede caminar del todo bien-respondió mirándola y jugando con sus dedos en la mesa. Era una costumbre que tenia desde pequeño, demasiado. No podía estar quieto, sus manos tenían que estar siempre haciendo algo. A veces su madre decía que le sobraba energía y que le diera un poco a ella. Se rasco la cabeza mientras negaba con la cabeza y hacia una pequeña mueca, no sabia si seria capaz de ver a los otros jugar mientras el solo los observaba…dios, seguramente seria un suplicio-Pero supongo que es lo mas cerca que estaría de volver a la cancha-susurro mas como hablando consigo mismo, antes de elevar la cabeza divertido hacia Julianne.

-¿Te das cuenta que siempre le encuentras solución a todo?-pregunto divertido observándola a los ojos. No supo porque, pero en ese momento se dio cuenta de que algo había cambiado entre ellos, y que el seguramente no podría hacer nada para evitarlo.

Me quedé en silencio mirando cada uno de sus movimientos, podía saber perfectamente lo que pasaba por su cabeza, a veces odiaba aquello, saber tanto de él como para poder llegar a suponerme (y seguramente ha acertar) en lo que pasaba por la cabeza de Oliver, que en ese momento seria algo como “Es genial, pero no suficiente” o algo por el estilo, él sin duda necesitaba estar en el hielo, y yo confiaba en que un día u otro pudiera volver a jugar, aunque fuera solo en entrenamientos, pero era Oliver y yo era incapaz de pensar en él separado del hokey.

Sonreí al ver que “aceptaba” por decirlo de algún modo – Vamos, será genial, yo sigo yendo a todos los partidos del equipo así que no permitiré que mi padre se pase contigo – medio bromee mirando ahora sus manos que parecían no querer parar de moverse, algo normal al menos para mi.

Negué con la cabeza suavemente al escuchar lo ultimo y luego reí un poco, pasándome un mechón de cabello detrás de la oreja – Aun no encontré la solución al dilema de mi vida, pero mientras intento ayudar a los demás – dije sonriéndole ampliamente, la verdad des de que se había ido había pensado que si le volvía a ver me sentiría aun mas extraña que los últimos días con él pero que no fuera así hacia que me sintiera genial.

Oliver lanzo una pequeña carcajada mientras la observaba frente a el. Julie sabia que el entrenador era algo, estricto con los métodos de aprendizaje, por eso mismo todos lo que estaban en el equipo eran tan condenadamente buenos, el estaba acostumbrado a que le gritaran era parte del precio que pagar por ser parte de un buen equipo, no sabia se podría acostumbrar a gritarle a los demás. Una sonrisa de aquellas de medio lado apareció en su rostro, si seguro podría hacerlo.

-Vamos Juls…que dilema, tienes todo lo que cualquiera desearía tener. No seas exagerada-le dijo luego de escucharla. No le veía tanto problema con estar en aquel lugar, parecía que ella realmente lo disfrutaba, bueno en ocasiones. Aunque también recordaba que ella siempre le había hablado de su sueño de viajar fuera del país, de recorrer lugares y todo aquello-Si quieres viajar, te invito de vacaciones a…las Bahamas, ¿Qué te parece?-le pregunto luego sonriéndole levemente mientras la observaba a los ojos.

-¿Yo no me vas a ofrecer nada para tomar? Que mala es la atención aquí…-bromeo nuevamente mirando hacia su alrededor para fingir que buscaba a alguna de las camareras, le sonrío abiertamente una vez mas.

Rodee los ojos cuando dijo que era una exagerada, aunque sabia que un poco de razón si llevaba, me gustaba ser algo dramática, no demasiado, solo un poco, pero a veces, como aquel día tenia ganas de saber el porque seguía en el pueblo, aparte del tema del dinero claro.


Le miré alzando una ceja y entre abriendo un poco la boca – Nunca, jamás, digas que en este local hay una mala atención – dije riendo levemente después de hablar y levantándome para quedarme de pie de ese modo – Vaya señor Roodman, que sorpresa verle por aquí de nuevo, ¿Qué tomara hoy? – dije mirándole con una sonrisa y haciendo ver que esperaba con un bloc de notas en una mano y un bolígrafo en la otra

Oliver no puedo evitar lanzar una de aquellas carcajadas que eran tan características de el y que siempre Julie lograba sacar en el. Se le quedo viendo mientras fingía pensar por algunos segundos. Observo a su alrededor mientras se apoyaba en la mesa y se acercaba hasta su amiga como para susurrarle un secreto, tenia la cara seria, aunque una sonrisa luchaba por aparecer y sus ojos tenían esa pizca de picardía de siempre, lo que indicaba que esa cara de seriedad solo era una fachada.

-Quiero una Julie para llevar, pero supongo que están agotadas. Me conformo con una coca cola-le susurro riendo para separes de ella mientras la miraba a los ojos y luego observaba su espalda, para ver como ella caminaba a buscar la bebida. Aprovecho para mirar alrededor y recordar que había sido en aquel lugar en donde había dado su primer beso…ni si quisiera recordaba como se llamaba la muchacha, pero si recordaba que tenia cerca de 14 años y habían sido descubiertos en uno de los rincones del lugar, por Julie y su novio de aquella época que al parecer habían tenido la misma idea, había sido uno de los momentos mas ridículos, incómodos y divertidos de su vida.

Fruncí el ceño cuando vi lo que hacia, ¿des de cuando pedía a susurros?, casi mas bien solía pedir a gritos en cuanto entraba, no gritos malos, mas bien gritos de “Julie esta detrás de la barra, así que pediré para que se entere de que e llegado”, pero bueno, ese no era el tema.

Solté una suave risa al escuchar lo que dijo y negar un poco con la cabeza – Pronto nos traerán mas Julies, no te preocupes – dije sonriendo y no pude resistirme a revolverle el cabello un poco dejándole allí sentado mientras iba a por un par de bebidas, se sentía extrañamente bien tenerle de nuevo por allí, era como si estuviéramos dos o tres años atrás, volví detrás de la barra para tomar dos refrescos aunque cuando me fui a salir de allí mi padre me tomo por el brazo haciendo que retrocediera, le miré con el ceño fruncido - ¿Qué? – dije haciendo que me soltara, sonrió un poco y miro a Oliver cosa que yo hice al verlo y luego le volví a mirar - ¿Qué? – repetí y se dispuso a hablar - No fastidies las cosas Julianne, no hagas que se escape otra vez del pueblo – fruncí el ceño y negué con la cabeza, ¿a que se refería?. Salí de detrás de la barra y volví a la mesa dejando las cosas en la mesa y sentándome en el mismo lugar para mirarle con una sonrisa, no dije nada, seguía pensando en lo que había dicho ¿a qué…?

No pudo evitar sacarle la lengua cuando ella le despeino el cabello, era algo como un código, cuando el le sacaba la lengua ella le desordenaba el cabello y viceversa, era…algo especial entre los dos, que ninguna situación pasada en el baile de graduación jamás arruinaría. Oliver, miro a todos lados mientras esperaba que Julianne regresara con el pedido, mientras sentía como su móvil vibraba levemente en el bolsillo de su pantalón, al apenas ver la pantalla y divisar el nombre “Blair”, maldijo mientras lo apagaba para que entendiera la indirecta que realmente era una directa, pero que ella parecía no comprender.

Por eso se perdió de toda la interacción padre-hija, tras la barra y solo vio llegar a la chica con aquella cara de confusión que el conocía perfectamente.-¿Qué te pasa?-pregunto mientras tomaba el refresco y tomaba un sorbo, sintiendo las burbujas del gas en su garganta, adoraba esa sensación, era algo ridículo, pero le gustaba y pocos lo llegaban a comprender. Alzo una ceja divertido mientras observaba a Julie y abría la boca para hacer una pregunta que tenia ganas de saber apenas había puesto un pie nuevamente en el pueblo-¿Y tienes algún novio al que deba golpear?-pregunto mientras sonreía de medio lado, mirándola a los ojos.

Negué con la cabeza cuando pregunto que me pasaba, aunque yo estaba segura que seguía con aquella cara de no entender nada, aunque mi padre solía causar este efecto en mi, siempre hablaba de un modo en el cual no pudiera entenderle del todo, y eso hacia que le diera vueltas y vueltas a sus palabras hasta pillar las indirectas que suponía él me había dado.

Estaba bebiendo del refresco cuando Oliver pregunto aquello y de que no me atraganto, empecé a toser para cuando volví a poder hablar sonreír un poco – No – dije mirándole para luego bajar la mirada frunciendo un poco el ceño – Aunque quizás si hubieras llegado unos meses antes podrías haber golpeado a dos que yo se me – comenté intentando sonar divertida, aunque realmente no me iba a importar que golpeara a alguno que otro, en dos años había salido con dos chicos y realmente había sido desastroso, le miré de nuevo - ¿Y tu, alguna americana? – dije frunciendo los labios para luego beber de nuevo

Bien, no insistiría más con el tema. Oliver la conocía bien, mas que mal eran amigos desde que tenían que… ¿cinco años? Quizás menos solo que ahora no lo recordaban. La dejo en paz y cuando ella dedujera que le pesaba y quisiera contarle lo haría, sin presiones ni nada, porque así era como funcionaban aquellos dos. Oliver asintió con la cabeza divertido al escucharla, así que dos novios en su ausencia…nada de mal, bueno para Julie.

-Nada importante y que menos valga la pena contarlo-Si vale, había tenido una relación de seis meses aproximadamente con Blair, pero también había sido el peor error de su vida ya que no podía sacársela de encima. Negó con la cabeza divertido antes de observarla con una ceja alzada, no solían hablar mucho de aquellos temas, antes siempre llegaban y era algo como: “Julie, esta es mi novia…X” y ahí se acaba el tema, así que chasqueo la lengua divertido mientras la observaba hacia el frente, mientras desviaba la mirada hacia el entrenador que no dejaba de mirarlos a ambos-¿Qué le pasa a tu padre?-pregunto riendo segundos después.

Alcé una ceja cuando dijo “nada importante y que menos valga la pena contarlo”, me extrañaba de Oliver, no se podía negar que era un chico genial, y no estaba nada mal, es decir, a ver, era un chico apuesto, dios, menudo lio me estaba haciendo con aquellas bobadas, hasta me costaba pensar claramente, pero preferí no seguir con aquel tema, no me sentía demasiado cómoda hablándolo con él, ciertamente creo que era de lo único que se nos hacia realmente difícil hablar, como aquella vez que me vio llorando por un chico, fue el momento mas ridículo de mi vida, creo que no tendríamos ni 10 años, pero yo estaba dispuesta a enamorar a un chico de unos 14, y claro, Oliver fue el que tubo que aguantar mi drama infantil durante una media hora, si no recordaba mal luego nos pusimos a jugar.

Miré a mi padre cuando escuche a Oliver decir aquello, por lo que James, mi padre, giro la cabeza rápidamente para hablar con alguien que estaba por allí, suspiré volviendo la vista – No lo se, antes me dijo algo… no se, esta raro – le dije haciendo una mueca